De la Automatización a la Autonomía: RPA al APA

Por años, la promesa de la automatización fue clara: liberar a las personas de tareas repetitivas y mejorar la eficiencia operativa. Pero en pleno 2025, ya no es suficiente con automatizar tareas. Las organizaciones que verdaderamente lideran están apostando por autonomía, donde los procesos fluyen solos, los agentes inteligentes toman decisiones, y la intervención humana se reserva para lo que realmente importa: el pensamiento estratégico, la empatía, la creatividad.

¿Qué significa esto en la práctica? Vamos a explorarlo.

Del RPA al APA: no es solo una letra

RPA: la vieja confiable

La Automatización Robótica de Procesos (RPA) fue la primera revolución: bots que replicaban las acciones humanas, clic a clic. Pero aunque útiles, tenían límites. Eran frágiles, dependían de interfaces rígidas y no sabían qué hacer ante lo inesperado. Automatizaban tareas, pero no procesos completos.

APA: el siguiente gran salto

Ahora surge el concepto de Agentic Process Automation (APA). ¿La diferencia? Estos nuevos agentes no solo siguen instrucciones, sino que razonan, colaboran, se adaptan y actúan con autonomía. Utilizan IA generativa, procesamiento de lenguaje natural, machine learning y reglas contextuales para completar procesos enteros, y no solo partes fragmentadas.

CI-CMM, la brújula hacia la autonomía

CI-CMM, Cognitive Innovation Capability Maturity Model (CI‑CMM).

Este modelo ayuda a entender el trayecto:

  • Automatización asistida (RPA tradicional)

  • Automatización inteligente (RPA + IA)

  • Procesos autónomos con APA

  • Empresa autónoma: donde agentes colaboran entre sí y con humanos para lograr objetivos de negocio sin intervención constante

Cada nivel implica un cambio de mentalidad, inversión en tecnología y una evolución cultural interna.

¿Por qué las empresas deberían avanzar ahora?

Porque la diferencia entre automatizar y autonomizar se traduce en ventaja competitiva real:

  • APA puede cubrir hasta el 80 % de un proceso de negocio, frente al 30 % promedio de RPA tradicional.

  • Empresas como Petrobras ya han demostrado retornos multimillonarios en semanas con APA.

  • En sectores como salud, logística, finanzas y retail, la autonomía ya no es aspiracional, es una necesidad operativa.

Además, mientras más tarde una empresa en comenzar este camino, más cara y compleja será su transición.

¿Cómo se ve una empresa autónoma?

Imaginá esto:

  • Recursos Humanos que automatiza la selección, onboarding, capacitación y gestión de nómina, pero detecta de forma proactiva posibles conflictos o renuncias.

  • Finanzas donde los cierres contables se hacen solos, y los reportes aparecen listos cada mañana, sin pedirlos.

  • Atención al cliente con agentes que no solo responden tickets, sino que anticipan problemas y disparan soluciones sin intervención humana.

La empresa autónoma no es una utopía: es una nueva arquitectura organizacional centrada en decisiones inteligentes, no en tareas manuales.

¿Y ahora qué?

Si sos parte de una organización que quiere dar este salto, algunos pasos iniciales pueden ser:

  1. Evaluar tu punto de partida con el modelo CI‑CMM.

  2. Identificar procesos con alto potencial de autonomía: tareas repetitivas, con reglas claras pero que requieren adaptabilidad.

  3. Iniciar con pilotos de APA, medibles y escalables.

  4. Invertir en talento mixto: gente que entienda de negocios, pero también de IA, automatización y experiencia de usuario.

  5. Crear una cultura de colaboración entre humanos y agentes inteligentes.

No es sobre tecnología, es sobre visión

La gran transformación digital no es solo incorporar IA, sino repensar cómo funciona el trabajo. Las empresas del futuro no estarán compuestas solo por personas, sino por equipos híbridos de humanos y agentes inteligentes trabajando por objetivos compartidos.

La verdadera pregunta ya no es “¿cómo automatizamos este proceso?” sino:
“¿Qué podríamos lograr si este proceso se resolviera solo?”

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